Ese tarde, a la vuelta de trabajar, cuando Mei y Marcos llegaron al apartamento, cada uno decidió hacer una cosa. Por un lado Marcos se subió a la piscina a nadar la última media hora que estaba abierta, Mei por su parte prefirió quedarse en al apartamento para empezar a prepararse, ya que a las nueve Mateo le estaría esperando en el Ayuntamiento. Mientras nadaba Marcos se acordó que aún no le había dicho nada a Mei del mensaje que había recibido al móvil y se recordó así mismo que se lo diría nada más bajar.
-¡Mei te has duchado ya!- gritó Marcos nada más entrar por la puerta- tengo una cosa que decirte que se me ha olvidado antes contarte.
-Si Marcos, estoy terminandome de vestir en mi habitación, ahora me lo dices
-Okis, de mientras me voy pasando a duchar.
Cuando Marcos terminó de ducharse, Mei ya estaba terminando de arreglarse.
-Ole pero que guapa te has puesto hoy- le dijo Marcos- eso es que hoy te apetece salir.
-Bueno si es que no te lo había contado- contestó Mei- pero he quedado con Mateo.
-Joer, os habeis tomado al pie de la letra lo de salir a tomar algo, pero vamos hoy yo no tengo muchas ganas, prefiero quedarme en el apartamento...
-Bueno no te preocupes, no hace falta que vengas, es que me quiere terminar de contar por que se vino a Benidorm.. Vamos terminarme de contar lo que hemos estado hablando hoy en el trabajo que te lo he ido contando en el camino de vuelta a casa.
-Jejeje- se rió Marcos- si si ya ya o lo que es lo mismo una cita. Vas a pasar página sin haberte terminado de leer en la que estás.
-Haber Marcos, no es una cita y aparte no me recuerdes lo de mañana que no me apetece nada pensar en ello- y sguió diciendo- por cierto ¿que me tenías que decir?
-A si es verdad- se acordó Marcos- el fin de semana que viene tenemos visita.
-¿Si? ¿quien va a venir?
-Vicente, pero es extraño, dice que nos vera el sábado-dijo intrigado Marcos- no se para los días que viene, si viene con más gente... No se mañana le llamaré y hablaré con él para qué me explique un poco y ya de paso haber si nos puede traer algunas cosillas.
-Que bien Marcos, otra vez compañía,- le respondió Mei- y no te pocupes tanto a lo mejor nos quiere dar una sorpresa. Por cierto yo también he hablado con unas amigas que dicen que en cuanto puedan quieren venir, pero aún no saben cuando.
-Vale perfecto, con que nos avisen con unos días de antelación para tener todo preparado ya nos vale- y terminó Marcos diciendo- por cierto,¿a que hora has quedado?
-Dentro de media hora a las nueve en el ayuntamiento.
-Vale te queda tiempo aún, me voy a terminar de vestir, dale recuerdos míos.
A las nueve menos cinco Mei ya estaba debajo del ayuntamiento de Benidorm, dos minutos después vió a lo lejos llegar a Mateo.
-Mei, perdona si me he retrasado pero..
-Anda no seas tonto, si son ahora las nueve- le cortó Mei- bueno que planes tienes para terminarme de contar tu historia.
-Había pensado ir hacia el mirador necesito desacerme allí de una cosa
-Vale no se hable más vamos hacia el mirador, asi podemos cenar allí después, que hay un buen restaurante.
-Un buen plan- contestó Mateo mientras echaban a andar hacia el Mirador.
Después de llevar hablando un rato de todo tipo de temas, la conversación volvió al punto donde se habia quedado en el trabajo.
-Haber Mateo- empezó a decir Mei- Ya sé que eres de Barcelona y los sitios que has trabajado, pero que es lo que te hizo venirte a Benidorm, bueno y una duda que me has dejado con lo joven que eres ¿como has trabajado ya tanto?
-Bueno te lo resumiré todo desde el principio- le contestó Mateo- Todo empezó hace unos años cuando mis padres se divorciaron. Yo me quedé con mi madre principalmente viviendo, aunque también visitaba a mi padre a veces. Como en la casa ya no estaba mi padre, para pagar los gastos de la casa a mi madre ya no le valía con lo que ganaba ella, entonces tuve que encontrara trabajo si o si.
-Entiendo...- dijo Mei mientras le escuchaba- ahora ya me cuadra que hayas trabajado ya en tantos sitios.
-Si asi he estado desde los dieciocho hasta los veintidos años- siguió Mateo- Mi madre, después del divorcio se encontraba bien, pero según fueron pasando los años, fué cayendo en una depresión, la cual se fue agrandando hasta tener que dejar de trabajar. El año pasado mi madre estaba tan mal que tuvimos que ingresarla en un centro médico psicológico.
-Mateo, lo siento, no me esperaba estas cosas...
-No te preocupes me hace bien contarlo a la gente que me llevo bien- siguió Mateo- me quedé en la casa solo, y aunque visitaba a mi padre a veces, el ya había rehecho su vida con una nueva mujer... y
-Me imagino que cada vez tenías menos ganas de verle o algo así.
-Si algo parecido. Entonces fué cuando empecé a plantarme irme de Barcelona.
-Pero allí tendrás tus amigos tus hobbies- le dijo Mei- además tambien trabajabas de monitor de tiempo libre, ¿eso no te hacía animarte?.
-Si bastante, pero mi estado anímico no hacía que rindiera bien el trabajo de monitor, y un monitor de tiempo libre , como bien dice la palabra debe animar a los chicos, dejando a un lado los problemas personales. Yo no lo conseguía.
-Entonces dejaste también de ser monitor.
-Exacto, empecé por dejar de ir a campamentos en empresas donde trabajaba cobrando. Pero también iba como voluntario de monitor a un centro juvenil de salesiano de Barcelona, y allí llevaba muchos años y me costaba mucho dejarlo ya que tenía y bueno tengo muchos y muy buenos amigos.
-Un centro juvenil salesiano, mi amigo Marcos también estuvo en uno en Aranjuez. Pero no te interrumpo ¿que te hizo tomar la decisión de dejarlo?
-Una situación que llevaba sucediendome desde hacía ya bastantes meses. En ello tiene que ver de lo que me quiero librar esta noche.
Mateo sacó de la mochila que llevaba un pequeño diario y se lo pasó a Mei. Le pidió que se leyera algo al azar.
Mei se quedó un poco extrañada ya con el título "El diario prohibido de Mateo". Leyó para sí misma una hoja del interior al azar y le dijo a Mateo.
-Mateo aqui tienes poesias, poemas y cosas que escribías muy bonitas, al parecer para una chica.
-Así es- contestó Mateo- lo escribía pensando en una chica, pero con una chica a la que no podía ni debía querer.
-No te entiendo Mateo me estoy perdiendo- le dijo Mei.
-Haber esta chica era bastante mas pequeña que yo, era una chica del centro juvenil del que yo era monitor. La conocía de muchos años y con el paso del tiempo mi cariño hacia ella se estaba convirtiendo en otra cosa. Tenía mis sentimientos hacia ella confundidos, y no se si te lo habra contado Marcos pero los monitores ...
-.... Con los chicos no debeis tener relaciones intimas mas allá del cariño. Si, Marcos me ha hablado mucho de esa norma, pero sigueme contando.
-Yo tenía los sentimientos confundidos- siguió Mateo- pero la chica de dieciseis años se estaba empezando a enamorar de mi. Tenía que cortar por lo sano lo que estaba sucediendo allí.
-¿Y como tomaste la decisión de venirte aquí?
-Yo lo hable con una de mis mejores amigas que también era monitora, se llama Leticia. Entoncés ella me contó que su familia tenían un piso aquí en Benidorm para alquilarlo, Lo hablé en navidades con ellos y en Enero me vine para acá.
-Te harían una despedida por todo lo alto en el centro juvenil- le sonrió Mei
-Con los monitores si tuve una cena de fiesta de navidad, pero con los chicos la última actividad que tuve fué la cena de navidad antes de las vacaciones y pedí que nadie dijera nada sobre mi marcha. Y a los chicos por más que preguntaran después de navidades nadie les dijera adonde había ido
-Les habra sido difícil conseguirlo.
-Si pero yo creo que lo habran logrado, son grandes amigos. Desde Enero llevo aquí, aunque hasta mayo no me salió la oferta de trabajo de "Terra Mítica". El piso lo he podido ir pagando gracias a los ahorros y al buen precio que me pusieron del alquiler del piso los padres de mi amiga.
Asi contando toda la historia llegaron al mirador, el cual aún no estaba muy lleno de turistas.
-Venga es el momento Mateo, lanza ese diario al mar y vamonos a cenar- dijo Mei
Mateo rompió el diario y lanzo las hojas al mar que se mezclaron entre las olas rompiendo en las rocas...
A muchos kilómetros de allí una joven chica miraba el mar mientras las lagrimas le caían por los ojos y pensaba "Algún día nos volveremos a ver".
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